Aún me produce acidez y me agría el carácter el recuerdo del 'billón de las eléctricas', el CTC, coste para la transición a la competencia (¿?) que se endosaron nuestras bienamadas compañías del 'timo de la estampita'. Ya hemos visto todos el 'exitazo' de la liberalización del sector eléctrico, que ha consistido básicamente en que los de siempre incrementan su riqueza y a los de siempre nos practican la misma penetración contra natura de toda la vida.
Para conseguir sus objetivos, nada mejor que un político ad-hoc. Ya avanzaba sus intenciones el señor ministro no se ni de qué que ya sembró en un Real Decreto en diciembre de 2006 parte de los frutos que ahora tendremos que 'comernos los consumidores' en las nuevas tarifas de suministro. Y gracias a la competencia liberalizada, pues si quieres lo tomas y si no... también.
Se avecina un 11% de subida en el recibo de la luz, si no lo remedia algún milagro de los del clan Rouco Varela, para que estas compañías voraces, estos lobbys sin declarar, que compran y venden voluntades parlamentarias, consigan mejorar sus cifras como hemos conocido últimamente: que han aumentado en lo que va de año en un 59% sus beneficios con respecto al mismo periodo del año pasado. La privatización del beneficio y la socialización de la deuda. 'Cuando ganamos, para nosotros y cuando perdemos... pues que se pague de los impuestos', ¿verdad señores constructores?. ¿Es ésta una de las primeras gestiones de asesoría del indultado parlamentario señor Taguas?. ¡Madre mía cuanto asquito!.
No sólo la subida, sino también el atropello a mas de 1 millón de hogares que, confiaron en las recomendaciones del gobierno en los años 80 y 90, y con la colaboración mamporrera de los ecologísticos -ya hablaremos despacio de las diferencias entre ecologista y ecologístico- para que esas familias hicieran un importante desmbolso económico para la instalación de calefacción por acumuladores de calor, para aprovechar los excedentes nocturnos de producción eléctrica y calentar sus hogares (por lo visto calentar tu casa debe ser un artículo de lujo) de forma solidaria y ecológica.
Ahora, el 'apagón' de la tarifa nocturna y el brutal incremento del coste de la TDH, la tarifa por discriminación horaria, su sucesora, que puede llegar al 77% (sin contar el 11% del que hablábamos antes), según datos de la comisión nacional de la energía, hacen inviable la continuidad de estas instalaciones que los propietarios prácticamente habrán de comerse.
Se espera un aumento en la facturación de muchos millones de euros sin contraprestación alguna de las eléctricas a sus clientes. Una estafa. Y sin hablar de la confianza que genera un gobierno que incita a sus ciudadanos a la instalación de estos sistemas para, con carácter retroactivo, dejarles tirados y en manos de los de la 'libre competencia': es como para pensarse convertirse en insumiso eléctrico y fiscal.
El presunto socialista Miguel Sebastián, hoy Ministro de Industria, uno de los caraduras más reputados del nuevo gobierno, conocido por su juego sucio a la americana contra Gallardón -quien le barrió salvajemente en las urnas-, en un gesto de cinismo impropio de un ministro, negó la desaparición de la tarifa nocturna y alegó que 'además va a incrementar su horario'. Olvida curiosamente el señor ministro el resto de reformas que hacen inviable la continuidad de esas instalaciones. Para esas cacicadas chulescas ya nos vale mejor votar a la derecha.
Yo por si acaso, de cara al próximo 1 de julio, ya me he preparado mis gomitas, mi sillón con reposabrazo, mis agujas y tubos estériles y mis bolsas de 500 ml, para entregarles a estos vampiros toda la sangre que piden ya embolsada. No vaya a ser que me manden un practicante y me lo quieran cobrar también.
P.S.: Volvemos a las andadas ;)
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