PetaZeta, el nuncio... y el caldito.

Los petazetas eran unos caramelillos de esos insanos que uno, de niño, trasegaba al por mayor junto al chicle bazooka, los chupa-chups de kojak o las pipas churruca. Eran los petazetas empalagosos, muy azucarados y sobretodo, te explotaban en toda la cara: ea, como el presidente. Pero que conste que no es peyorativo; no conozco a nadie que no recuerde los petazetas con cariño. Así que PetaZeta, pero sin rencor y en absoluto nada que ver con los improperios de 'Fedeguico'.

Desde luego hay que tener estómago para irse de calditos con quien te esta poniendo 'a caldo' día sí y día también. Supongo que PetaZeta se escudará en el 'interés general' o 'el bien común' para justificar el encuentro. Bajo el concepto 'interés general' he visto yo refugiarse los argumentos más peregrinos de los políticos en el gobierno, (si tienen alguna duda, en las hemerotecas están por ejemplo los memorables momentos de Álvarez Cascos y su simulscript de las plataformas digitales). Interés general. ¡Ya te digo!. Y es que también hay mucho 'botafumeiro' dentro del socialismo, y en cuanto piensa en el concordato se parece sospechosamente al anuncio de Ikea: 'esto no se toca niño...'. Interés general-partidista para que no se escape ni un voto. Pero se me ocurren a mi cuatro o cinco cosas que hacer, Sr. PetaZeta, más útiles para el interés general que el de ir a dar coba al pregonero de esta cuadrilla.

No obstante, por lo que parece, de caldito nada. Caldos y de muy buena cuna para regar una, según se cuenta, opípara cena tan en la línea del gusto de los vicarios. Nada que reprochar a PetaZeta, que el hombre por lo visto tiene buen apetito y no anda por ahí amonestando a nadie sobre la dieta, pero, al señor nuncio, con lo que pregonan los de su gremio la morigeración en las costumbres, esos atracones le pueden cortocircuitar el píloro y su conexión con las Alturas. Ribera de Duero, Albariño y Champagne, dicen, formaron parte del espartano refrigerio de su eminencia. Ya imaginaba yo que tenía 'cierto entrenamiento'.

Da la impresión, eso sí, que el tal nuncio este, pinta poco en la sociedad de los ensotanados. Parece ser que la jerarquía local no ha acogido de buen grado el cambio de interlocutor con el estado Vaticano y el protagonismo que PetaZeta le ha otorgado. Enfado a tenor de las manifestaciones del obispo de Pamplona (¿se hara llamar obispo Iruñarra en según que sitios?), sorprendido y molesto por que estos encuentros tengan lugar 'en período electoral'. (¡con la que ha caído! ... enfado aderezado con cinismo destilado...)

Pues ya que hablamos de caramelillos y de infancia: 'el que se cabrea tira la garrota, (perdón creo que se llama báculo) y cuando la coge .... ¡ya la tiene el nuncio!...

Enfin, batallitas de poca monta en la gran guerra de mantener el anticonstitucional concordato, espejo donde se reflejan los asuntos realmente espirituales: los de los euros.




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