jueves, 1 de mayo de 2008

Bolilla

El apodo se lo puso Luis Molina, amigo de mis padres, cuando no era más que eso: una bolilla revoltosa y presumida. Ya de pequeña se adivinaba que tendría mucha personalidad, su lunar en la nariz era un buen indicador. Y su manía por 'robar' las pinturas a mi madre y esconderse debajo de la cama a 'pintarse'. O por encerrarse en un baño y luego no saber quitar el pestillo y tener que derribar la puerta para sacarla. Un terremoto total.

Yo, hasta su llegada hijo único, he sido más pacífico y supongo que por la pérdida de mi condición, no me llevaba muy bien con ella. Un día incluso le vacié una jarra de agua sobre la cabeza en la mesa durante una comida. La fanfarronada me costó la bronca de mi padre (y ojito con las regañinas de mi padre, que no se las saltaba un galgo!!!). Ella sólo había pronunciado una inocente frase cuando mi madre me mandó a por agua a la cocina: 'vamos, date prisa esclavo'. Aún me troncho de risa cuando lo recuerdo.

Muy pronto dejó de ser para mi 'bolilla' y pasó a convertirse en 'nena' y poco a poco nuestra 'enemistad' se fue trocando en afecto profundo que, afortunadamente para mi, no para de crecer. He sido testigo de muchos de sus ímprobos esfuerzos, de su valentía y de su inteligencia. He sido objeto de esa inmensa generosidad que tanto la caracteriza y me han dolido como si fueran míos los contratiempos que ha sufrido. Especialmente los de un horrible verano que nos hizo llorar a los dos y otros avatares que la vida nos ha ido poniendo por delante. Aún me descompone pensar en sus momentos de incertidumbre e inquietud vividos en soledad.

Ahora me emociona verla, feliz como colegiala, disfrutando de la vida y, como nos hemos dado cuenta todos, mucho más guapa que de costumbre. En esto tiene mucho que ver 'el Lewis', su marido que ha caído en esta familia como si fuera la suya. Claro que, el prenda no se lleva cualquier cosa: una mujer guapa, inteligente, trabajadora incansable, generosa y buena por excelencia. Total, tal para cual.

Ya te lo dije, 'llegará un día que todo esto nos parecerá muy lejano y nos reiremos tomando una cerveza'. Tu me creiste porque soy tu hermano mayor pero no muy convencida. Pues bien, ese momento ya ha llegado. Para eso y para todo puedes contar conmigo. Siempre.

3 comentarios:

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Esos afectos son los que realmente merecen la pena y hay que cuidar.
Me alegro un monton por ti.

Salu2.

EasyCure dijo...

Y que lo digas cornelivs!!

ultimodelafila dijo...

Sencillamente enternecedor, junto con el anterior post de tu viaje con tu hermano vuelves a sorprenderme.

Precisamente en estos dias tengo yo a los mios y cuando nos reunimos solemos recordar cosas y vivencias como las que describes.

Un saludo y estas cosas hay que cuidarlas, recordarlas y partirse de risa.