Márquez Marketing

Casi ocho años después, hago planes y con algunos más y alguna energía menos, preparo con ilusión el viaje hasta el paraíso Cure. El día 10 de marzo, ¡casi ocho años después!: esta vez en el palau Sant Jordi, en lunes y sabiendo ya si zilbiditoz o petazeta es ya presidente para los interminables próximos 4 años.

Ver de nuevo a los Cure es una experiencia que no quiero perderme pero, si algo me ha empujado, sobre todo ahora que los veré mas como nostalgia que como descubrimiento feliz, es la compañía. Si no hubiera sido por él seguramente ni hubiera pensado en ir.

Voy con un tipo que, pese a ser un auténtico triunfador, mantiene esa cara de persona buena, de hombre humilde, asequible y llano. Atesora virtudes a mansalva pero jamás se ensoberbece con ellas. Y motivos tendría si quisiera pero, no quiere porque su naturaleza se lo impide. Como el resto de sus hermanos que conozco, es generoso y desprendido, sin artificios. Te lleva presente y no te atosiga con vacuidades.

Tiene razones para mirar al mundo desde arriba y prefiere sentarse a ras de suelo a disfrutar. Quien le conoce poco se asombra de su accesibilidad, de su bonhomía. Sus obras le preceden y cuando llega, su humildad hasta confunde. Sus responsabilidades asustan pero es muy difícil oirle emitir una sola queja. En su mente prodigiosa lo complicado se convierte en un juego de niños.

Yo le conozco desde hace tiempo, incluso me vanaglorio de haberle mostrado algun que otro camino musical. Cierto es que nos vemos poco, siempre menos de lo que a ambos nos gustaría, pero llevo marcado a fuego su afecto para todos los días de mi vida.

Ningun retrato que yo haga le hará justicia, por corto y defectuoso. Pero quería decir aquí el auténtico interés de mi viaje. Su compañía.

Así que no hay nadie mejor en el mundo con quien ir a ver a The Cure que este tipo. A The Cure o al mismísimo diablo si me lo pidiera. Porque este tipo es... mi hermano.


http://www.youtube.com/watch?v=SzRjgVmXwbA
http://thecurerarities.blogspot.com/